Su entidad acogió durante estos meses la fase piloto del proyecto, un proceso que implicó a la totalidad de las empleadas y empleados públicos. ¿Cómo fue este camino? Háganos una reflexión sobre estos meses de trabajos conjuntos.

El proceso de transformación creó la necesidad de trabajar en equipo y con coordinación. Obligó también a revisar los procesos del que se estaba haciendo y analizar los cambios que se podían hacer para mejorar. También es cierto que el personal fue muy receptivo al proceso de transformación digital, lo que facilitó mucho el trabajo.

Un proyecto de esta magnitud, que implica una transformación organizativa global y cambios en ciertos procesos, seguro que supuso un esfuerzo extra para el personal municipal en su trabajo diario. ¿Cómo se asumió este esfuerzo añadido?

El mayor esfuerzo por parte del personal para asumir este nuevo proyecto fue la coordinación entre todos para trabajar nos nuevos cambios y al mismo tiempo continuar con la misma carga de trabajo. Hubo algún departamento en el que la mayoría era personal de reciente incorporación en el ayuntamiento y que nunca había tramitado con TEDeC, lo que les supuso un esfuerzo extra.

El objetivo final de todos estos trabajos es situar a la ciudadanía en el centro de la gestión municipal y mejorar la calidad del servicio público. ¿Considera que, de puertas para fuera, las vecinas y vecinos perciben estos cambios y esfuerzos realizados? De ser así, ¿cree que los valoran cómo algo positivo que mejorará la calidad y agilidad de la gestión municipal?

La agilidad en la gestión es algo que se puede constatar en los tiempos de resolución de los expedientes. Es algo que las vecinas y vecinos también están percibiendo. Todo lo que se consiga mejorar a través de la digitalización siempre va a ser valorado positivamente.

La nombrada “brecha digital” es una realidad que afecta a la ciudadanía pero también a los empleados y empleadas públicas que se enfrentan a un nuevo modelo en la organización de su trabajo y la digitalización de los procesos administrativos. ¿En qué medida afectó y afecta este factor en su proceso de transformación digital?

La brecha digital existe por dos motivos: el envejecimiento de una población en la que alrededor de un 40 % supera los 60 años de edad es un reto extra para los cambios. Por otro lado, la carencia de infraestructuras de telecomunicaciones idóneas dificulta el uso de las nuevas tecnologías en la administración.

En el que respeta al personal municipal, la buena disposición, la experiencia de ser ayuntamiento piloto en proyectos anteriores y las mejoras en el acceso a internet hicieron que este proyecto se había desarrollado en los plazos previstos y con resultados satisfactorios.

Concello Dixital comenzó a desarrollar una serie de unidades didácticas con el objetivo de difundir y promover el uso de la Administración Electrónica por la ciudadanía. El contenido de la primera de estas unidades aborda el uso de la Sede electrónica y sus posibilidades. Atendiendo a la realidad de su ayuntamiento, ¿qué contenido propondría usted para una de ellas?

El proceso de digitalización no está limitado únicamente al uso de la Sede Electrónica como herramienta de comunicación directa con la Administración. Es positivo que los usuarios sepan cómo obtener un certificado digital y realizar trámites online, pero saber buscar la información que se necesita, incluso para iniciar trámites en papel puede suponer ahorros de tiempo para ellos. Habría que pensar en abordar la promoción de la Administración Electrónica pensando también en una alfabetización digital para aquellas personas que apenas usan las nuevas tecnologías.

Las Sedes electrónicas municipales llegaron para convertirse en una herramienta que sitúa a los ciudadanos en el centro de la gestión municipal, otorgándoles más autonomía en la relación administrativa con su ayuntamiento. Cuáles son los servicios que más usan en su Sede Electrónica? ¿Y los que menos?

Los servicios más usados desde la puesta en marcha de la Sede son los de Urbanismo (comunicaciones previas, licencias de edificación y certificados urbanísticos) y también la obtención de certificados de empadronamiento. El resto de los trámites tienen una presencia menor aunque la tendencia generar es al alza.

La Administración Electrónica también tiene por objeto ampliar y reforzar la transparencia de la actividad pública en el marco de los deberes de buena *gobernanza de los responsables públicos. Este necesario derecho a la información otorgado a la ciudadanía debería redundar en unos vecinos y vecinas más informados y exigentes en la gestión de su ayuntamiento. En este sentido, ¿existe en la actualidad más implicación de los vecinos en la actividad municipal?

Estamos finalizando la fase de implicación interna de todo el personal en el proceso de digitalización. Aunque la información existe, tanto a nivel de Sede como de Portal de Transparencia, lo que queda por abordar es la promoción y fomento de la participación ciudadana a través de medios digitales.

La crisis sanitaria derivada de la COVID-19 puso de manifiesto que las administraciones públicas, en general, y las locales, en particular, han de estar preparadas para adaptarse a cambios continuos y funcionar de manera muy ágil y flexible. ¿Cómo valora la situación actual en la que se encuentran nuestras entidades locales frente a los escenarios de cambio continuo a las que se enfrenta?

A nivel global a crisis sanitaria supuso un cambio no programado en la forma de trabajo y en el concepto de administración. En nuestro caso particular, como uno de los ayuntamientos más pequeños de la provincia, el estado de alarma y el confinamiento supuso un gran reto de adaptación a un cambio en la forma de trabajar y también una oportunidad de mejora. Para nosotros fue el germen de este proyecto de transformación digital en el que ahora estamos inmersos.